jueves, 7 de julio de 2011

He visto amanecer lejos de casa, lejos del mundo real.

Ahora todo es un sueño más,

Una foto almacenada en mi registro mental,

Otro lugar que visitar.

Cierro los ojos y soy paz,

Tumbado en un lugar, donde vivir es habitual.

Hoy he decidido no volver a vuestro mundo racional,

Donde ya nada es especial.

lunes, 31 de enero de 2011

viernes, 17 de diciembre de 2010

Las cosas están así

Me fui unos meses a vivir a miles de kilómetros de aquí y nada más bajarme del avión empecé a sentirme como en casa. Eché de menos a mi gente, pero me encontré con otra que siempre formará parte de mi vida aunque a muchos de ellos no los volveré a ver nunca más. He estado tres meses metido en una burbuja de amistad, locura y libertad, aislado del mundo real. En principio iba a aprender inglés, pero he aprendido mucho más. He aprendido a darle a las cosas la importancia que tienen, a no tomarme la vida tan en serio, a improvisar, a comerme el mundo, a no perder ni un solo día de mi vida, a mostrarme tal y como soy sin importarme lo que puedan pensar los demás... Llevo una semana en casa, reencontrándome con mi gente. Nada es extraño, todo está tal y como lo dejé. Antes de volver pensé que tal vez el regreso me iba a resultar raro, pero ahora que estoy aquí me alegro de haber vuelto. Realmente necesitaba ese tiempo fuera, aprender a manejar mi propia vida y volver con ese cambio en mí. Y sí, pase lo que pase a partir de ahora no pienso dejar escapar mi felicidad, la tengo bien agarrada.

miércoles, 1 de diciembre de 2010

Quiero, no quiero

Quiero dejar de perder el tiempo y empezar a aprovecharlo de verdad.
No quiero dedicar más días a algo que no me llena en absoluto.
Quiero reírme de verdad.
No quiero aburrirme y tener que fingir que me divierto.
Quiero estar donde me apetezca cuando me apetezca.
No quiero ver otro atardecer tras el cristal de una ventana.
Quiero formar parte de cada crepúsculo y ser testigo de cómo su luz anaranjada se va fundiendo lentamente.
No quiero que nadie me juzgue, ni juzgar a nadie por nada.
Quiero que os dejéis las malas intenciones en casa.
No quiero que me obliguen a creer en nada.
Quiero tener razones para creer en algo.
No quiero madurar porque es una forma de matar mi juventud.
Quiero seguir percibiendo la belleza donde muchos no pueden ver nada.
No quiero dejar de soñar.
Quiero seguir soñando.

lunes, 29 de noviembre de 2010

Debería estar estudiando,...

...pero en lugar de hacer eso he decidido ponerme a escribir, que es lo único que me apetece ahora. Llevo ya varios días aplazando el momento de ponerme a estudiar y justo ahora que me había puesto delante de los apuntes me han venido mil cosas a la cabeza y necesitaba escribirlas para que no se me quedaran metidas en el coco demasiado tiempo. Cuando escribo mis obsesiones me libero de ellas. No las olvido, pero dejan de ser una carga constante.
Últimamente pienso mucho en todo, sobre todo en mi vida, en qué voy a hacer con mi vida. En dos semanas vuelvo a España por vacaciones, un mes después vuelvo a Coleraine a agotar las dos semanas de residencia que tengo pagadas y… ¿a partir de entonces qué? ¿Vuelvo a España y busco curro allí? ¿Me quedo en Coleraine y busco aquí el trabajo? ¿Y si no encuentro curro en ningún lado? Son preguntas que están girando en torno a mí como satélites todo el día. Y lo peor es que no sé lo que quiero. Cualquier decisión tiene demasiados pros y contras y no soy capaz de decidir nada concreto. Por otro lado, pienso que lo que tendrá que venir vendrá me preocupe o no. Tal vez la decisión aparezca en mi cabeza una mañana sin más y sepa qué es lo que quiero hacer. Al final la decisión no la tomaré yo, sino mis circunstancias. No sé. En realidad es lo único que puedo hacer: relajarme y dejarme llevar, que es la única manera de disfrutar de verdad la vida.

martes, 23 de noviembre de 2010

Coleraine

Acabo de llegar a casa, son las dos y media de la madrugada. He venido caminando desde el pueblo de al lado. He pasado más de media hora andando solo por la orilla de la carretera. La temperatura era de unos cero grados centígrados y el suelo estaba congelado, por lo que tenía que andar con cuidado para no resbalar y caerme, pero no tenía frío. Debe ser que mi cuerpo ya se ha acostumbrado a esto. Mientras avanzaba iba mirando al cielo. La luna estaba llena y lo alumbraba todo de tal modo que no necesitaba farolas para saber donde pisaba en cada momento. El cielo estaba un poco nublado, pero las estrellas brillaban tanto que se podían distinguir a través de las nubes como si se encontrasen tras una cortina casi transparente. No tenía un coche que me refugiase del frío y me llevase rápido a casa, sin embargo me he sentido libre. He mirado a mi alrededor y he visto los campos irlandeses alumbrados por la luz de la luna. Ésta les daba un color plateado y los convertía en un entorno mágico que me ha hecho sonreír. Mientras caminaba he pensado en todo lo que he vivido aquí. Me resulta extraño pensar que en unas semanas ya no estaré en Coleraine. Se acabarán las tardes de sábado bebiendo sidra en Old Mill Grange, los jueves por la noche en el Springhill, los paseos por la playa de Portrush, el pastel de zanahoria, los atardeceres a las 4 de la tarde, tener que encargarme de lavar la ropa y hacer la compra, Diego, Greg, Ángela, Ana, Marta, Rafa, Fany… Se acaban muchas cosas para mí y toca volver a casa. Quién me iba a decir a mí hace tres meses que iba a tener miedo de volver a la vida real. Echo de menos muchas cosas, pero realmente me asusta pensar que lo que se ha convertido en mi vida en los últimos meses va a desaparecer de repente, como si nada de todo esto hubiese ocurrido y sólo hubiera sido un sueño agradable en medio de la noche…

miércoles, 8 de septiembre de 2010

tres días

He perdido la cuenta de los días que han pasado desde la última vez que escribí algo. Hace ya tiempo que mi voz interior me anima a sentarme frente al ordenador y contar algo, así que hoy he decidido hacerle caso. Tal vez tengo demasiadas cosas que decir y por eso no me atrevo a abrir esa puerta. Tal vez abrir esa puerta supone que salga toda la mierda de golpe y es eso lo que no me deja escribir. Sea lo que sea, ya he empezado y no hay vuelta atrás.
En tres días dejo el país y me voy a vivir cuatro meses al culo del mundo. Dejo mi ciudad, dejo el calor, dejo a mi familia, dejo a mi chica, dejo a mis amigos... Dejo todo y me voy a Coleraine, un pueblo en la costa norte de Irlanda. Estoy convencido de que no lo he pensado bien y que cuando llegue al aeropuerto de Belfast me voy a dar cuenta de lo capullo que soy. Pero en realidad no me importa. Acabo de terminar la carrera y no tengo nada planeado de aquí en adelante, lo que venga será bienvenido. Tal vez durante estos meses fuera decida qué quiero hacer ahora con mi vida. Hasta ahora no me había parado a pensar. He dedicado cuatro años de mi vida a estudiar una carrera y ahora no sé qué coño quiero. Me empieza a apetecer tomar las riendas de verdad porque hasta ahora todo lo que he hecho ha sido casi sin pensar. Casi todo lo que he hecho lo he hecho porque "era lo que tocaba": universidad, carnet del coche... Me he dejado llevar por la corriente y no he pensado si de verdad estaba haciendo lo que quería. Espero volver con algo claro en la mente. Si no, seguiré improvisando como hasta ahora...